viernes, julio 07, 2006





esto lo escribió un amigo allá en la tierra de Zapata
Fraude electoral
Nuevamente, los intereses de unos pocos han prevalecido sobre los intereses de los más. Cuantas veces no se ha repetido la misma historia, al parecer la gran mesa y el opíparo banquete será siendo degustado por los mismos de siempre.
Esta caótica situación, no hace más que agudizar las diferencias entre dos Méxicos diametralmente opuestos, por un lado, el Norte empresarial y próspero, por el otro, el Sur modesto y oprimido que reclama silenciosamente pero cada vez más fuerte la atención de una clase dirigente indolente, intolerante y carente de empatía por los problemas del ciudadano común y corriente. Por el contrario, los esfuerzos se encaminan ha reforzar el crecimiento sin desarrollo.
El triunfo de Calderón, no hace más que mantener el status quo que nuestro país ha experimentado en los ultimos años, donde quien por los azares de la lotería de la vida tuvo la oportunidad de comer tres veces al día, ir a una universidad privada, es digno de integrarse a la fuerza productiva de la clase burguesa incipiente que es acallada mediante la política del chorreo, alimentando un macro-relato ignominioso que hace perder de vista la construcción de plataformas políticas encaminadas a atacar la verdadera causa de los males que es la pobreza y falta de oportunidades para el ciudadano en este contrastante país.
En este sentido, la aparición de la figura de Andrés Manuel López Obrador incomoda, que bajo el lema "primero los pobres", provoca la reacción leonina y desproporcionada de aquellos que prefieren mantener el velo ignorancia que afecta a gran parte de la población.
En este orden de ideas, se enarbola como bandera de campaña " más empleo" y "mano dura", pero se descuida nuevamente la verdadera causa de los males que aquejan a miles de mexicanos: la pobreza.
No me queda más que manifestar mi indignación con el resultado legitimado por el IFE, a pesar de las inconsistencias debidamente acreditadas en desmedro de la coalición.
No omitiendo señalar que se ha ganado la batalla, pero no la guerra.
Esta historia continuará ...
Atentamente,
Kelsen